Primero tomamos la cebolla y la cortamos en cubitos pequeños, y la ponemos a sofreír en un sartén con un poco de aceite caliente, le ponemos una pizca de sal y la dejamos cocinar por unos minutos hasta que tome un color dorado.
Condimentamos con pimienta y agregamos los tomates maduros (pueden ser con cáscara o pelados) picados en cubitos pequeños o rallados, y cocinamos a fuego bajo por 15 a 20 minutos.
Agregamos una hoja de laurel, un poco de orégano y una cucharada de azúcar, esta última para bajar la acidez de la salsa.
Una vez que tome textura, la apagamos y dejamos reposar.
A continuación cortamos las verduras en bastones, procurando que todas tengan el mismo tamaño ya que así no habrá diferencias de cocción en el horno.
Disponemos 3 recipientes, con harina, huevo batido y pan rallado (en ese orden)
Y vamos pasando los bastones uno a uno por esa mezcla y ordenándolos en una bandeja de horno.
En horno pre calentado a 150 C° ponemos nuestros bastones apanados por 10 minutos, en los últimos 5 minutos subimos la temperatura a 180 C° para que queden dorados.
Una vez listos, los ponemos sobre una tabla y acompañamos con la salsa previamente hecha.