Para comenzar debemos dejar remojando previamente los garbanzos por 24 horas o toda la noche. Transcurrido el tiempo, lavamos, colamos, hasta tener los garbanzos limpios y secos. Continuando con la receta, ocuparemos una olla a presión, en ella agregamos dos litros de agua hervida, nuestros garbanzos, una cebolla y tomate entero, la zanahoria la cortamos en trozos medianos. Luego condimentamos con unas hojitas de laurel y sal a gusto. Dejamos hervir a fuego alto con sin la tapa por ahora.
Esperamos hasta que hierva y vamos retirando la espuma que botan los garbanzos. Luego tapamos nuestra olla a presión con mucho cuidado y apretamos hasta que quede bien cerrada. Una vez que la olla haga el pitido de ebullición, bajamos a fuego medio y esperamos 25 minutos. (Si lo haces en una olla normal debemos cocinar por 1 hora aproximadamente).
Mientras que se cocinan nuestros garbanzos, cortamos la cebolla en juliana y la vamos abriendo con ayuda de nuestras manos. También prensamos los ajos o los cortamos en cubos pequeños y reservamos junto con la cebolla. Ya transcurrido el tiempo de cocción, apagamos el fuego y esperamos hasta que la olla bote todo el vapor. Luego abrimos y revolvemos.
Ahora que todo está cocido, retiramos las verduras, colamos los garbanzos y reservamos un poco de caldo. Continuando con nuestra preparación, en una sartén agregamos una cucharada de aceite de oliva, una vez que tome temperatura agregamos los garbanzos y salteamos por 7 minutos aproximadamente o hasta que doren.
Luego incorporamos la paprika, un poco de sal a gusto, la cebolla, el ajo, la pimienta y nuestra reserva de caldo. Seguimos salteando por 7 minutos aproximadamente. Para finalizar añadimos la salsa de tomate y dejamos cocinar a fuego bajo por 15 minutos revolviendo constantemente.
Y listo. Opcional puedes acompañar esta receta con un rico arroz graneado. ¡A disfrutar de esta rica preparación!